No muy frecuentemente vemos sistemas sobre el valle de Tennessee que contribuyan a la formación de un Ciclón Tropical (ver imagen 1). Ese podría ser el caso durante esta semana ya que el Centro Nacional de Huracanes (CNH) está vigilando una vaguada con potencial de desarrollo ciclónico a finales de esta semana sobre el Golfo de México.

Dicha vaguada actualmente se encuentra sobre la zona norte del estado de Georgia, Estados Unidos. Según el boletín más reciente emitido por el CNH, este sistema posee un alto potencial (70%) de desarrollarse durante los próximos 5 días (ver imagen 2).

El sistema se estará moviendo sobre tierra en dirección hacia el sur, acercándose hacia el noreste del Golfo de México durante las próximas 36 a 48 horas. Debido a que se encuentra en tierra firme, es casi imposible que se desarrolle en las próximas 48 horas. No obstante, los modelos pronostican que se moverá hacia aguas del noreste del Golfo de México entre el martes en la noche hacia el miércoles en la mañana. Es aquí donde el asunto comienza a tornarse interesante.
El Golfo de México se encuentra muy caliente para esta época del año, con temperaturas entre los 84 a 90 grados, lo que es suficiente para el desarrollo de ciclones. Se espera la formación de una baja presión sobre el noreste del golfo en o antes del miércoles en la mañana y es posible que haya un desarrollo lento/gradual de una depresión tropical o tormenta tropical en algún punto del norte del golfo entre este miércoles y el sábado (ver imagen 3). El nivel de confiabilidad en este momento sobre lo anteriormente dicho es moderado.

Ahora bien, donde el nivel de confianza baja significativamente es en la posible ruta que pueda tener este sistema una vez llegue al noreste del golfo este miércoles. Desafortunadamente, hay una gran divergencia entre los modelos americanos (GFS y CMC) y los europeos (ECM y UKM), a pesar de que en la última corrida parece haber un mejor acoplamiento.
El origen de la discrepancia se debe a una alta presión en niveles medios que ha persistido durante los pasados días en el centro y este de los Estados Unidos (ver imagen 4). Dicha alta presión actúa como un escudo circulatorio que gira en el sentido de las manecillas del reloj.

Si dicha alta presión (AP) se mantiene fortalecida, el sistema bordeará la AP, lo que provocará que el sistema se mueva hacia el oeste. En este caso, el sistema impactaría en algún punto entre los estados de Mississippi, Louisiana o incluso en el sureste de Texas en o alrededor del día sábado. De darse esta eventualidad, el sistema estaría más tiempo sobre aguas del golfo, por lo que podría convertirse fácilmente en una Tormenta Tropical (TT), que en el peor de los casos podría ser una TT fuerte o hasta un débil huracán categoría 1. Pero todo esto dependerá de otros factores, como su proximidad a tierra firme y los vientos cortantes para este entonces. De lo que sí estamos casi seguros, es que esto no será un evento de huracán intenso. De todas formas, ese escenario es el que ha sido favorecido insistentemente por los modelos europeos (ver imagen 5), y en la última corrida del GFS.

Si, por el contrario, la alta presión del SE de USA se debilita, pues es posible que el sistema regrese nuevamente hacia la península de Florida a finales de la semana como una depresión tropical o tormenta tropical débil. Este escenario es el que ha sido favorecido por el CMC (ver imagen 6) y hasta hace unas 12 horas por el modelo GFS.

Habrá que esperar las próximas corridas de los modelos para tener un mejor panorama de lo que pueda suceder eventualmente y yo creo que esto no sucederá hasta que el sistema se encuentre en aguas del golfo y empiece a desarrollarse.
Independientemente de si se desarrolla o no, el sistema de mal tiempo dejará sus impactos a través los estados del golfo. Hasta el momento, dichos impactos no serán tanto de vientos ni de marejada ciclónica, a menos que se fortalezca. Más bien, el impacto principal serán las intensas lluvias que se esperan a través del sureste de los Estados Unidos comenzando el miércoles, hasta el fin de semana.
El Centro de Predicción del Tiempo pronostica cantidades excesivas de lluvia con este sistema. En base al pronóstico actual, estamos hablando de 3 a 5 pulgadas de lluvias entre la zona norte de la Florida posiblemente hasta Louisiana (ver imagen 7). Cantidades adicionales de lluvia serán posibles según se vaya desarrollando el sistema. Esto resultará en un evento de inundaciones repentinas a través de dicha región. Algunas ráfagas de viento serán posibles con las bandas del sistema.

Otro impacto será el oleaje picado que podría generarse debido al viento. Los modelos pronostican olas de 8 a 12 pies entre el noroeste de Florida hasta Louisiana. Inundaciones costeras serán posibles debido al oleaje (ver imagen 8).

Nada de lo anteriormente dicho está escrito sobre piedra. Habrá que esperar a los próximos días para tener un panorama más claro de lo que pueda suceder. Esto es más bien un aviso para que todos los amigos que nos siguen desde cualquier estado que colinde con el golfo de México se mantengan vigilantes a lo que pueda ocurrir.
De convertirse en una Tormenta Tropical, su nombre sería Barry.