Hoy faltan 100 días para el comienzo de la Temporada de Huracanes 2023 y nos place anunciar que en Trayecto Meteorológico del Caribe, luego de dos años, retomamos la tradición de publicar nuestro primer pronóstico para la Temporada de Huracanes. Este pronóstico será revisado en las siguientes semanas y más adelante en este escrito les anunciaremos las fechas. Por lo tanto, hoy, no pretendemos indicar con exactitud como será la temporada este año hoy, sino dar un panorama general de los aspectos meteorológicos que debemos estar al pendiente en las siguientes semanas que podrían lo que pudieramos esperar de la temporada respecto a la cantidad de actividad ciclónica en la cuenca del Atlántico.
Al hablar sobre la Temporada de Huracanes y lo que puede significar una con actividad ciclónica con actividad en el “promedio” o cerca de lo normal, puede ser peligroso si se toma de manera simple. Este resultó ser el caso durante la temporada 2022, que, a pesar que la cantidad de tormentas, huracanes e intensos estuvo cerca del promedio produjo dos huracanes devastadores con los nombres de Fiona e Ian. Estos también fueron los únicos huracanes importantes que se formaron durante toda la temporada 2022. Como sabemos muy bien, no se trata de cuántas tormentas se forman, sino hacia donde van. El huracán Fiona afectó a Puerto Rico a fines de septiembre como categoría 1, donde una parte considerable de la población aún se recupera del huracán María y particularmente de los terremotos pues justo Fiona pasó por donde ocurrieron. Poco más de una semana después, el huracán Ian se convirtió en el segundo huracán importante de la temporada devastando la costa oeste de Cuba y el suroeste de Florida.
En general, la temporada de huracanes del Atlántico de 2022 puede convertirse en la tercera temporada de huracanes más costosa registrada en los Estados Unidos cuando se culminen todas las estimaciones de daños. Eso dice mucho considerando el hecho de que la temporada produjo un número “promedio” de tormentas tropicales (14), huracanes (8) y huracanes mayores (2). Como referencia, una temporada promedio de huracanes en la cuenca del Atlántico según el último promedio de 30 años de 1991 a 2020 produce 14 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes importantes.

Pero la pregunta es: ¿Qué hizo que la temporada de huracanes del Atlántico de 2022 no fuera tan activa como las anteriores? Ciertamente no fue por La Niña que se estableció sobre el Océano Pacífico ecuatorial, ya que esta fase de la Oscilación del Sur de El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés) generalmente aumenta la actividad de los ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico a través de una cizalladura vertical del viento (vientos cortantes) más débil. Sorprendentemente, fue la cizalladura del viento (vientos cortantes) más fuerte de lo normal sobre la cuenca del Atlántico durante la temporada de huracanes de 2022 lo que nos permitió observar un número menor de tormentas tropicales, huracanes y huracanes mayores o intensos en comparación con solo unos años antes. Esto verifica el efecto de que la cizalladura del viento (vientos cortantes) en la formación de huracanes, mientras que las temporadas de huracanes como las de 2020 y 2021 presentaron una cizalladura del viento inferior a la media, lo que finalmente condujo a la temporada de huracanes más activa registrada y solo la tercera temporada de huracanes registrada que ha completado su lista completa de nombres de ciclones tropicales, respectivamente.
La razón por la cual la cizalladura del viento (vientos cortantes) es tan importante para la formación de huracanes es el desplazamiento en la corriente ascendente de la tormenta. La cizalladura del viento (vientos cortantes) es climatológicamente más alta durante los eventos de El Niño, pero también podría ser causada por otros componentes atmosféricos, como la depresión de la troposfera superior tropical (TUTT, por sus siglas en inglés), que fue el principal contribuyente a las elevadas cantidades de cizalladura que se observaron sobre la cuenca del Atlántico en 2022. Precisamente, las posibilidades de que El Niño surja en el Océano Pacífico ecuatorial durante el pico de la próxima temporada de huracanes de este año están aumentando. El último evento de El Niño fue a fines de 2018 hacia principios de 2019. El penúltimo, fue 2015, que también resultó ser la última temporada de huracanes por debajo del promedio en la cuenca del Atlántico.
Centro de Predicción del Clima Pronóstico sobre ENSO

Los efectos globales infligidos por la fase del ENSO en el Océano Pacífico, conocidos como teleconexiones, son ampliamente conocidos y en la cuenca del Atlántico no es una excepción. La Niña ha estado dominando el Pacífico ecuatorial desde 2020, lo que ha resultado en las temporadas de huracanes anormalmente activas que hemos estado observando desde entonces, excluyendo 2022. Es bastante raro tener el fenómeno del triple episodio de La Niña (tres años consecutivos de La Niña), pero este año parece que culmina la racha. ¿Significa eso que tendremos una temporada de huracanes por debajo del promedio? Climatológicamente hablando, la respuesta sería sí. La Niña generalmente favorece una mayor actividad de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico a través de una cizalladura del viento más débil. El Niño, por otro lado, reduce el número de ciclones tropicales que se forman en la cuenca del Atlántico a expensas de una cizalladura del viento más fuerte.


Resultados de los modelos climáticos
Pronóstico global de anomalías en la temperatura de la superficie del mar
De acuerdo con los modelos climáticos, también hay un fuerte acuerdo de que El Niño se estará desarrollando sobre el Océano Pacífico ecuatorial cuando llegue el pico de la temporada de huracanes del Atlántico de 2023. Tenga en cuenta que los colores amarillo, naranja y rojo indican temperaturas superficiales del mar más cálidas de lo normal (El Niño). El modelo CFSv2 es el más agresivo en este momento, representando un El Niño de moderado a fuerte en el Pacífico ecuatorial. El modelo climático CanSIPS parece ser el más pasivo de los tres modelos, mostrando un El Niño débil para septiembre de 2023. Se usó una imagen de las anomalías de la temperatura de la superficie del mar de agosto de 2023 para representar la salida del NMME, ya que la ejecución del modelo no se extiende hasta septiembre. De todos modos, el modelo presentaría que en septiembre aún tendríamos un evento moderado de El Niño. Dados los datos climatológicos de ENSO que se remontan a la década de 1950 (pero usaremos datos de los últimos 30 años para este análisis), La Niña tiende a producir 3 veces más huracanes en la cuenca del Atlántico que El Niño.

